Salud Emocional

Contaminación emocional

En el año 1959, la escritora y psicóloga Maria Mercè Conangla crea lo que actualmente se conoce como Ecología Emocional, como un concepto que propone el dominio del arte de gestionar las emociones, con el objetivo de instalar mejoras en sí mismos, aumentar la calidad de las relaciones interpersonales, y generar un impacto de cuidado al mundo. Esto surge frente a la evidencia de que intentar vivir haciendo como si las emociones no existieran, negando y no descifrando la información que ellas proporcionan, provoca efectos que pueden ser totalmente desastrosos. Por el contrario, si se opta por escuchar y realizar un buen trabajo en equipo entre la mente racional y emocional, se pueden prevenir importantes situaciones desadaptativas como la insatisfacción o las conductas violentas.


- Gestionar los recursos emocionales:

Como lo plantea esta forma de pensamiento, las emociones son datos e información de utilidad para funcionar mejor y de manera más adaptada al medio en el que vivimos. Pero para ello es importante aprender a reconocerlas, manejando un lenguaje apropiado, de tal manera que se puedan traducir en aquello que dicen, generando de esta forma un espacio donde se podrá dar cabida a cualquier emoción, sea cual sea. Lo importante a tener en cuenta es que las personas podemos permitirnos sentir, pero teniendo claro que no somos la emoción, pues, de esta manera, se evitará que dichas emociones se manifiesten de forma desbocada o agresiva.


¿Por qué censuramos nuestras emociones?

Desde corta edad aprendemos a asumir que hay emociones "buenas" y "malas". Un claro ejemplo de esto es la ira, una emoción primaria que suele tener la función de despejar o apartar aquellos obstáculos que se ponen enfrente o impiden conseguir aquello que queremos. Somos educados bajo la mirada de que la ira es mala, y por lo tanto, es común que acostumbremos a reprimirla. Pero eso no significa que desaparece, de hecho, se transforma. Y luego de un tiempo, la ira se convierte en rabia, posteriormente aparece el rencor, que de a poco se va desfigurando en resentimiento, que es el primer paso para el odio. Es así, como de una emoción primaria, podemos pasar a un sentimiento tóxico, dañino y destructivo por causa de nuestra incompetencia emocional.



¿Cómo canalizar la ira?

Lo primero que hay que aprender es a darle nombre a lo que nos pasa (ira), y analizar por qué un obstáculo determinado nos causa esta emoción. De esta manera, seremos capaces de llevar la carga negativa que nos aporta de una forma constructiva, es decir, canalizar. Las alternativas para eso pueden ser muy numerosas, como los ejercicios de respiración, el deporte, el baile, cantar, escribir, crear algo. Lo importante de esto, es que se pueda expulsar esa tensión de una manera tal que no se le haga daño a nadie. De lo contrario, si le hacemos daño a alguien, estamos tirando al ecosistema emocional una gran cantidad de residuos tóxicos (como los insultos o la agresividad) haciendo más grave lo que se conoce como el calentamiento global emocional, pues lo expertos dicen que hoy en día, la contaminación emocional es más peligrosa que la medioambiental.


¿Cómo reducir la contaminación emocional?

Asumiendo la responsabilidad de autogestionar nuestras propias basuras emocionales, dedicando un momento cada día para la higiene emocional. Día a día lanzamos al medioambiente gran cantidad de productos contaminantes, en forma de quejas, lamentos, juicios, agresiones, victimismos, y no los procesamos correctamente. Por lo tanto, los celos, la envidia, el miedo, entre otros, pueden ser el fruto de una incompetencia para gestionar las emociones caóticas, y en ese sentido, nuestra realidad es un reflejo de cómo vivimos y sentimos. Toda emoción tiene un impacto en el mundo exterior.


Algunas de las siguientes preguntas pueden ser útiles para comenzar a autogestionar las emociones:

Ante una situación difícil qué eliges: ¿formar parte del problema o ser parte de la solución?

¿Qué tipo de emociones sientes con mayor frecuencia?

¿Qué te dicen de ti mismo, de cómo te relacionas con los demás y de cómo llevas tu proyecto de vida?



Prácticas beneficiosas para el buen ánimo

Aunque parezca algo que no tiene mucha importancia, en realidad si la tiene, ya que mantener el buen humor es totalmente necesario y constituye una práctica vital para nuestra existencia.

Precisamente, debido a todo lo malo que está y ocurre constantemente en nuestro entorno es que debemos encontrar y disfrutar de las pequeñas porciones de felicidad que más podamos, clave para dirigirse a vivir una vida plena.

No se trata de cerrar los ojos a la realidad, ni vivir ciegamente en una burbuja alejada de todo, pero sí de hacer el esfuerzo por aprender y adoptar pequeños hábitos que tengan por resultados efectos positivos en nuestro cuerpo y cerebro, para lograr sentirnos mejor.


Hay muchas maneras y estrategias para cambiar la tonalidad de los días, incluso desde el momento en que se sale de la cama. A continuación tienes algunas recomendaciones:


  • Comienza haciendo algo que te gusta: Ya sea leer el periódico, pasear al perro o regar las plantas, iniciar el día con algo que te gusta contribuirá en el estado mental positivo que permitirá afrontar el resto del día con mejor humor.



  • Dejar entrar la luz solar: La luz del sol tiene efectos positivos en que ayudan a mejorar el humor y a despertar. Evita dormir en habitaciones totalmente oscuras, y en la mañana si puedes desayunar con luz natural, aprovéchalo.


  • Desayuna de forma adecuada: prácticamente es bien conocido que el desayuno es la comida más importante del día, por lo tanto, si puedes hacerlo delicioso y saludable te ayudará a sentirte mejor desde la primera hora. Si se suma a ello el placer de sentarse a comer, aprovecha ese momento para hacerlo agradable y mejorar el humor. Prefiere alimentos que proporcionen energía, como las frutas, avena o huevos, y evita aquellos que sean procesados o tengan azúcar.


  • Ejercicio: el ejercicio en las mañanas tiene muchos beneficios. Acelera el metabolismo y ayuda a quemar calorías el resto del día, proporcionando energía y reduciendo el estrés. Entrenar en las mañanas también tiene beneficios a través del hecho de que posterior a la jornada de trabajo del día, en la tarde se disfrutará de un relajante descanso.


  • Bailar: la música tiene un efecto estimulante en el cerebro que difícilmente se le puede comparar. Cuando escuchamos las canciones que nos gustan, se activa el cerebro y garantiza estados de buen humor. Prefiere canciones optimistas y comienza el día con ellas.


  • Manejar tiempos de anticipación: tener prisa nos hace propensos a tener pequeños accidentes, como tropezar con algo u olvidar cosas importantes, y estos detalles sin duda pueden llegar a arruinar el resto del día. Evita procrastinar, de tal forma que puedas hacer las cosas con tiempo, de manera tranquila.




Sigue estos consejos y aumentarás las probabilidades de tener una vida más feliz, y más productiva. Cabe agregar que no solo está en juego tu propia felicidad, sino también de aquellos quienes te rodean.

Redes de apoyo


¿Qué son las redes de apoyo?

Se entiende básicamente como la estructura que ofrece algún tipo de soporte a las personas sobre algún tema relacionado con la salud. Son un conjunto de entidades que trabajan de forma sincronizada y organizadas para dar respuesta a un problema y hacer que la persona no se sienta aislada. Por lo tanto, la primera red de apoyo está integrada por los profesionales de la salud. Pero eso no significa que sean los únicos que conforman una red de apoyo.

Hoy en día existe una multitud de organizaciones y grupos de personas con intereses compartidos en los que las personas pueden apoyarse a nivel psicológico de manera más directa y efectiva como parte de un tratamiento.


Las principales funciones que puede tener una red de apoyo son la compañía social, el apoyo emocional, guía cognitiva y de consejos, regulación social, ayuda material y servicio, entre otras. No solo son importantes los profesionales de primer nivel en el apoyo a una persona, sino también la red de personas que conforman una asociación o grupo con el que sentirse identificado. Es por ello que las alternativas de red de apoyo pueden concebirse de diversas maneras:



  • Redes formales: donde encontramos las diferentes estructuras públicas gubernamentales, es decir, del Estado. Este sistema posee una organización burocrática con un objetivo específico en determinadas áreas y utiliza profesionales o voluntarios para garantizar las metas establecidas de sus programas de apoyo.


  • Redes sociales o plataformas digitales: en Internet podemos encontrar desde blogs o canales de información, hasta redes sociales donde la persona puede interactuar e informarse de manera más personal con otras personas u organizaciones.



Entre las relaciones personales que se establecen a través de las redes sociales encontramos:

  • Familia y amigos: constituyen una fuente importante de apoyo en situaciones de aislamiento, crisis, soledad, enfermedad o abandono. Tiene mucha influencia el contacto y supone el primer nivel de red de apoyo también a nivel digital.
  • Médicos y personal sanitario: hoy en día es muy fácil interactuar con nuestros profesionales sanitarios a través de plataformas digitales e incluso redes sociales o whatsapp. Es muy importante tener en cuenta estas tecnologías para el seguimiento de una enfermedad y constituye una ayuda fundamental en el tratamiento de la persona.
  • Comunidad: es el apoyo proporcionado por organizaciones sociales, civiles o grupos comunitarios con intereses y preocupaciones similares. En estos casos no solo basta tener contacto con amigos y familiares, sino que, además, las tecnologías permiten que la comunicación se extienda a muchas más personas con las que interaccionar, intercambiar información y crear un vínculo emocional y de confianza.


Por lo tanto, la existencia de estas redes de apoyo social es el mejor recurso de prevención frente a los problemas sociales de marginación y exclusión social.

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