Prevención de contagios en el hogar

Higiene y desinfección

Debido a que la posible supervivencia del virus en el medio ambiente puede durar horas y hasta días, es que se hace deseable limpiar y desinfectar todas las instalaciones y áreas que podrían encontrarse contaminadas con el virus que produce COVID-19. Para ello, existen las siguientes recomendaciones:

Limpiar y desinfectar de manera diaria las superficies, particularmente aquellas que tienen mayor uso, como el piso, las mesas, manijas de puertas, interruptores de luz, sillas, barandas, escritorios, teléfonos, teclados, inodoros, grifos, lavamanos y lavaplatos.

Se debe aumentar la frecuencia de la limpieza cuando existe mayor presencia de personas. Se debe recordar que los pasos son:


  • Limpiar

Usar Jabón o detergente de uso habitual, removiendo la suciedad y luego enjuagar con abundante agua.


  • Desinfectar

Usar cualquier desinfectante de uso habitual (solución clorada o alcohol al 70%) para matar gérmenes de las superficies utilizando rociadores, toallas, paños de fibras o microfibras o trapeadores, entre otros.



Ante la presencia de un Caso Sospechoso de COVID-19, se recomienda lo siguiente:

Limpieza Reactiva

Limpiar y desinfectar todas aquellas superficies que tuvieron contacto con la persona sospechosa, se sugiere ventilar el ambiente. Antes de limpiar y desinfectar, es muy importante colocarse los elementos de protección personal de uso habitual, como la mascarilla, y en este caso, también los guantes de aseo y pechera de ser posible.


El desinfectante más usado es el Cloro, y para preparar la medida de desinfección adecuada se debe preparar una solución al 0,1%, es decir, 4 cucharadas de cloro por cada litro de agua.

Una vez terminada la limpieza y desinfección, se deben eliminar TODOS los elementos desechables en doble bolsa y basurero con tapa. Los elementos que no son desechables, deben ser limpiados y desinfectados con alcohol o cloro. No olvidar lavarse las manos después de retirarse los elementos de protección personal, con abundante agua y jabón por 20 segundos o más tiempo si se observa suciedad.


Hábitos fundamentales de prevención

  • Evite las 3 “C”: espacios cerrados, congestionados o que entrañen contactos cercanos.
  • Se han notificado brotes en restaurantes, ensayos de coros, clases de gimnasia, clubes nocturnos, oficinas y lugares de culto en los se han reunido personas, con frecuencia en lugares interiores abarrotados en los que se suele hablar en voz alta, gritar, resoplar o cantar.
  • Los riesgos de contagio con el virus de la COVID-19 son más altos en espacios abarrotados e insuficientemente ventilados en los que las personas infectadas pasan mucho tiempo juntas y muy cerca unas de otras. Al parecer, en esos entornos el virus se propaga con mayor facilidad por medio de gotículas respiratorias o aerosoles, por lo que es aún más importante adoptar precauciones.
  • Reúnase al aire libre. Las reuniones al aire libre son más seguras que en interiores, en particular si los espacios interiores son pequeños y carecen de circulación de aire exterior.
  • Evite lugares abarrotados o interiores, pero si no puede, adopte las siguientes precauciones:
  • Abra una ventana. Aumente el caudal de ‘ventilación natural’ en los lugares cerrados.
  • Utilice una mascarilla de la manera correcta.



  • No olvide las normas básicas de la buena higiene.
  • Lávese periódica y cuidadosamente las manos con un gel hidroalcohólico o con agua y jabón. Esto elimina los gérmenes que pudieran estar en sus manos, incluidos los virus.
  • Evite tocarse los ojos, la nariz y la boca. Las manos tocan muchas superficies en las que podrían coger el virus. Una vez contaminadas, pueden transportar el virus a los ojos, la nariz o la boca. Desde allí el virus puede entrar en el organismo e infectarlo.
  • Al toser o estornudar cúbrase la boca y la nariz con el codo flexionado o con un pañuelo. Luego, tire inmediatamente el pañuelo en una papelera con tapa y lávese las manos. Con la observancia de buenas prácticas de ‘higiene respiratoria’ usted protege a las personas de su entorno contra los virus causantes de resfriados, gripe y COVID-19.
  • Limpie y desinfecte frecuentemente las superficies, en particular las que se tocan con regularidad, por ejemplo, picaportes, grifos y pantallas de teléfonos.


Qué debe hacer si se siente mal


  • Conocer todos los síntomas de la COVID-19. Los síntomas más comunes de la COVID-19 son: fiebre, tos seca y cansancio. Otros síntomas menos frecuentes que pueden afectar a algunos pacientes son: pérdida del gusto o el olfato, dolores, dolor de cabeza, faringoamigdalitis, congestión nasal, ojos enrojecidos, diarrea o erupción cutánea.
  • Permanecer en casa en auto aislamiento, aun cuando tenga síntomas leves tales como tos, dolor de cabeza y febrícula, hasta que se recupere. Llame y solicite orientación a su dispensador o servicio telefónico de atención de salud. Pida que alguien le lleve lo que necesite. Si tiene que salir de su casa o necesita que alguien esté con usted, póngase una mascarilla médica para no infectar a otras personas.
  • Si tiene fiebre, tos y dificultad para respirar busque atención médica de inmediato. Primeramente llame por teléfono, si puede, y siga las instrucciones de su autoridad sanitaria local.
  • Manténgase actualizado con la información más reciente de fuentes fiables, entre ellas la OMS o las autoridades sanitarias locales y nacionales del lugar en que se encuentre. Las autoridades locales y nacionales y las dependencias de salud pública de su zona están en situación óptima para asesorar a las personas acerca de lo que deben hacer para protegerse.


- Técnicas de sanitización del hogar y espacios comunes

Con el aumento a nivel mundial de casos por COVID-19, que continúa su expansión, es necesario seguir las ciertas normas de higiene que pueden ser de gran ayuda para evitar que se propague la enfermedad en tu hogar.

Como ya se ha mencionado, la sanitización consiste básicamente en los dos procesos fundamentales: La limpieza y la desinfección.



Limpieza

Se denomina limpieza a la acción que produce la remoción de sustancias extrañas a una materia, por medio de lavado o fregado con agua y jabón, o productos detergentes y enzimáticos, enjuague y secado, o procesos de arrastre de sustancias extrañas que en determinados medios de actividad siempre hay que realizar con procedimientos húmedos empleando materiales de limpieza como mopas o bayetas mojadas en soluciones limpiadoras.


Entre los agentes de limpieza utilizados para el lavado están:


  • Soda cáustica, surfactantes, estabilizantes ablandadores, abrasivos y detergentes enzimáticos para la eliminación de materia orgánica o proteínas que no deterioran los materiales y resultan fáciles a la hora enjugar. Para que el proceso del lavado sea eficaz hay que utilizar los detergentes en las dosis adecuadas a la cantidad de agua recomendadas por los fabricantes, y además de frotar o cepillar, insistir especialmente en recovecos, ranuras, aristas, y oquedades. Dependiendo de las dimensiones, tipo de material, grado de eficacia del proceso y coste se utilizarán los procedimientos de desinfección o esterilización más adecuados.
  • Enjuague y aclarado. Es un proceso realizado con abundante agua para conseguir eliminar cualquier resto de suciedad y jabón.
  • Secado. Acción que sirve para eliminar totalmente las condiciones de humedad en las que las bacterias pueden reproducirse con más facilidad nuevamente, utilizando medios higiénicos como aire, papel o paños desinfectados.



Desinfección

Se trata de métodos de limpieza que reducen más intensamente la contaminación microbiana, destruyendo agentes patógenos tanto en ambientes como en superficies y objetos.

Mediante la desinfección se pueden destruir formas vegetativas, pero no elimina las esporas bacterianas.

Los procedimientos de desinfección pueden ser físicos, o químicos, en este artículo nos enfocaremos en los métodos químicos de desinfección.


  • Métodos de desinfección con procedimientos químicos: Suelen presentarse en estado líquido y se caracterizan por bloquear alguna función vital de las células de los microorganismos que provoca su muerte. Los agentes desinfectantes se pueden clasificar en distintos grados por su eficacia, existiendo diversos tipos de desinfectantes:
  • Productos desinfectantes de bajo nivel. Reducen o eliminan sólo algunos patógenos, pero no esporas ni virus, y además tienen escaso poder fungicida.
  • Productos desinfectantes de medio nivel. En este grupo se encuentran los fenoles y el hipoclorito de sodio que acaban con algunas esporas bacterianas, hongos y virus.
  • Desinfectantes de alto nivel. Acaban con todo tipo de microorganismos, entre estos compuestos están el ácido peracético y aldehídos como el formaldehído desinfectante, pero que pueden ser considerados también agentes esterilizantes. Algunos de estos productos de limpieza y desinfección pueden ser muy irritantes y tóxicos en su manejo, por lo que hay que utilizarlos con abundante ventilación además de enjuagar objetos y superficies para eliminar restos residuales.




¿Cuáles son los mejores productos para desinfectar superficies?


Para limpiar las superficies, existen muchos productos multiusos que funcionan para desinfectar de forma general. Sin embargo, muchas instituciones recomiendan combinarlos con distintos tipos de productos.


Por su parte, estos productos multiusos son recomendables para suelos o pantallas, es mejor utilizar productos específicos cuando se trata, por ejemplo, de suelos, mesas de madera o vitro cerámica.

Cuando se habla de desinfectar, los primeros productos que vienen a tu mente son los antisépticos. Las instituciones también recomienda en qué momento utilizar cada uno de ellos.

El agua oxigenada, que ya no se aconseja para la curación de heridas, sirve para desinfectar las superficies como podrían ser el teclado del ordenador, la mesa o el mouse. Por su parte, el alcohol, puede servir también como desinfectante de superficies, aunque también sirve para la limpieza de manos.

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